Thursday, February 7, 2013

Ya llega noviembre?

Amelia: (Acercándose.) ¿Qué te pasa?
Martirio: Me sienta mal el calor.
Amelia: ¿No es más que eso?
Martirio: Estoy deseando que llegue noviembre, los días de lluvia, la escarcha; todo lo que no sea este verano interminable.
Amelia: Ya pasará y volverá otra vez.
--La Casa de Bernarda Alba, Fredrico García Lorca

Pobres chicas.

Por el superficie, se entiende que Martirio se quejaría del calor.  He pasado el verano en Alicante, y no es ningún paseo en el parque.  Menos todavía en aquella época sin aire acondicionado.  Pero está más que clarísimo que esto no es lo que le molesta a Martirio, sino problemas más grandes.

La situación está fatal.  Ella no tiene casi ninguna esperanza de salir de la casa de su madre, quien manda como una dictadora.  Tiene deseos fuertes e íntimas para casarse, y se ve que se ha enamorado de Pepe Romano, un amor imposible.  ¿Pero qué puede hacer para hacer sus sueños realidad?  Nada.  Está bloqueada, tapada, frustrada.

Y no es la única.  Hay muchos que se encuentran en esta vida en una situación de que no puede salir.  Me hace pensar en una canción moderna con este mismo sentimiento, que hasta habla de las temporadas igual que Martirio.  La canción es "Wake Me Up When September Ends", de Greenday.  Es parecido por dos razones.  Al fondo, tanto Martirio como el cantante se sienten fastidiados.  Han perdido el control de su vida, y no tienen ninguna posibilidad de recuperarlo.  

Pero comparten algo más, algo que nos deja ver un poco mejor la condición humana. Dejemos atrás la situación -- cualquier puede meterse en una situación.  Veamos en vez la forma de reaccionar -- o sea, qué hacen cuando les enfrenta una situación así.  Y en los dos casos me fascina que escogen echar la culpa al tiempo, al sazón, como si tan solo con esperar se arreglaría. En el caso de Martirio es muy dudable que esperar sea el remedio, con los ocho años de luto que le quedan.  Y tampoco creo que el cantante de Greenday se volverá con la chica que le dejó.  

¿Y por qué lo hacen?  Porque si no, volverían locos y se suicidarían enseguida.  Puede que parezca demasiado fuerte, pero así es.  Si alguien realmente creyera que no hubiera ninguna posibilidad de salir de un reto, ya dejaría de luchar por la vida.  Para evitar esto, buscamos cualquier pretexto, y hasta septiembre sirve.

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